SHIRKERS: LA PELÍCULA PERDIDA

Sandi Tan

2018 | Singapur

“¡Seremos las nuevas hermanas Coen!”, era el grito de batalla de dos adolescentes que se conocieron en la secundaria y se hicieron amigas a través del amor por las películas extrañas y la música impopular. A los 19 años decidieron filmar su primer película y para ello tomaron un curso de cine con George Cardona, un extraño norteamericano, tan magnético como misterioso, que las doblaba en edad. En los 90, la posible película causó una expectativa generalizada por su proeza técnica y económica en un país de escasa producción local y como fue filmada a modo guerrilla, del rodaje participó casi todo el pueblo, pero cuando la filmación hubo terminado, el misterioso Cardona (del que nunca se supo bien a qué se dedicaba ni por qué estaba dando un curso de cine en el país más pequeño del sudeste asiático) se esfumó para siempre, desapareciendo con las 70 latas de película en 16 mm que contenían el gran y sufrido proyecto. De ahí en más, todos supieron de Shirkers, pero nunca nadie la vio. 

En su debut en el largometraje, Sandi Tan guionista y protagonista de aquel proyecto inconcluso ocurrido 25 años antes reconstruyó la historia personal, la de sus amigas, la de su relación con el profesor Cardona y sobre todo, la de aquel mítico rodaje y el incierto destino de las imágenes rodadas en las calles y rutas de la isla. La película que Tan ha conseguido levantar es una especie de documental ‘true crime’ en clave emocional, con Cardona como asesino en serie de los sueños de jóvenes cuya ilusión alimentaba y luego cercenaba. Es una catarsis; un trance emocional que permite a su autora mirar hacia el pasado sin dolor ni remordimiento, de la experiencia más frustrante ha crecido, al final, una de las obras más hermosas que encontrarán en Netflix. 

El resultado es un retrato íntimo, generacional (sobre la cinefilia de los 90 con referencias a Jarmusch, Soderbergh, Lynch, Wenders, los Coen, Herzog, Bergman y la nouvelle vague; sobre melómanas que adoraban a Patti Smith y la Velvet Underground; sobre lectoras que reverenciaban a Salinger y Brecht), una historia de cine dentro del cine, una reflexión sobre el paso del tiempo, sobre los recuerdos, sobre el idealismo adolescente y las frustraciones de la adultez, sobre la conservación de las imágenes y muchas otras cuestiones. Shirkers es no solo una película sobre otra película sino también una reflexión sobre el amor y la perdida, sobre lo inevitable y doloroso del paso del tiempo y sobre como el cine puede transformar todo en algo hermoso: un documental sobre el amor al cine.

Premios y Festivales

2018: Festival de Sundance: Mejor director – Documental (World Cinema)
2018: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor documental
2018: Premios Independent Spirit: Nominado a mejor documental
2018: Premios Gotham: Nominada a mejor documental
2018: Círculo de Críticos de San Francisco: Nominada a mejor documental