[Estreno online 20 de noviembre, 21 h. | Disponible: hasta el 22 de noviembre]
¿Por qué verla? Un banquero privado viaja desde Suiza a la Argentina para reemplazar a su socio, extrañamente desaparecido entre inquietantes rumores, en la gestión de las finanzas de las altas esferas de poder. Es pleno año 80, el peso semántico del terror ya ha sido naturalizado y asimilado en la sociedad oligárquica como una atmósfera densa de palabras crípticas y mutuas desconfianzas, y es entonces ese el ámbito en el que el emisario suizo deberá moverse.
Entre la sobria y ajustada puesta en escena y la elegancia formal de su puesta de cámara, el film se articula como una trama de intrigas de la que participan empresarios, obispos, militares y terratenientes, dejando entrever los vínculos de negocios entre la pulcra y civilizada Suiza y una de las dictaduras más sangrientas de Sudamérica. El viaje a la Argentina de Yvan, el banquero, se parece y mucho al del capitán Marlow en El corazón de las tinieblas.
En la precisa historia – co escrita con Mariano Llinás – que pone en pantalla el opera primista Andreas Fontana, construida entre el peso del silencio y el callar convenientemente, la coreografía gestual adquiere un valor narrativo preponderante. Y ahí es donde el rol de las mujeres cobra una sutil relevancia, en su actitud de acompañar con sofisticada diplomacia, de guardar distancia y prudente silencio, y en definitiva operar el real control. Es en un diálogo entre ellas donde reside justamente la clave del título.
AZOR: Un thriller financiero que revela uno de los aspectos menos mostrados de una de las épocas más retratadas por el cine argentino de los últimos cuarenta años.
Festivales:
2021: Berlin y San Sebastian
