¿Por qué verla?
Mar del Plata en el imaginario argentino es una postal feliz con casino, lobos marinos, teatros, festival de cine, veraneantes de todas las provincias, playas y arena. Sin embargo la película empieza justamente por deconstruir esa imagen idílica. “La población estable de Mar del Plata está llena de fachos, jubilados e incompetentes” dice uno de los entrevistados en sus primeros minutos, y el relato entonces da paso a un reverso oscuro de descomposición social que ha convertido a la ciudad en un epicentro violento.
El director Valentín Diment, reciente ganador en el Festival de Sitges con EL APEGO, retoma su misión de exhumar los engranajes de la violencia paraestatal que inció en su película anterior PARAPOLICIAL NEGRO… Un implícito disparador para enlazar las líneas de continuidad entre los crímenes de la CNU – un brazo retráctil de las AAA en la ciudad atlántica -, los siniestros detalles de “La noche de las corbatas”, durante la última dictadura militar, y los recientes y brutales ataques de los grupos fascistas y auto reivindicados nacionalistas que han proliferado al amparo de sectores políticos y policiales.
LA FELIZ tiene una gran densidad periodística, con sus modales detectivescos y arqueológicos, dándole voz a las víctimas pero también a los antagonistas, poniéndonos de bruces ante sus discursos cínicos y desafiantes. Recordándonos esa incómoda pero necesaria perspectiva para entender la complejidad del odio y la violencia como discurso y como acción, como herramienta instrumental de la política y hasta como negocio.
Festivales:
2021: Festival Internacional de Cine Político
