La nueva película de Laura Citarella indaga en su propia ambición con formalidad rigurosa (los planos secuencia no se negocian) y absorbe los avatares de la vida y el rodaje en el tiempo. Todo eso con un humor muy local e imperdible, intriga y una calidad cinematográfica que se mantiene vital y constante en cada uno de sus fragmentos. TRENQUE LAUQUEN es parte de la Competencia Latinoamericana del 37 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Por Sabrina Palazzani.
La directora acompaña el estreno en Argentina de su hiper-ficción mutante artesanal (definen sus autores) junto al elenco que, entre bromas, agradece al público por llegar al final de las cuatro horas de la película. Este largometraje-pesquisa grabado en cinco años se organiza en doce capítulos y dos partes que hacen posible un intervalo técnico en la sala.
En TRENQUE LAUQUEN, Laura Citarella mezcla hábilmente la ficción con la investigación, el protagonismo del espacio real, la transmisión del relato oral y una misteriosa continuidad con el universo creado en LA MUJER DE LOS PERROS. La película en su estructura y modo de producción tiene una clara intención de ser total, de mostrar y contar hasta lo que se escapa o desaparece y quizá por eso es difícil encontrarle un centro, que se da siempre escurridizo.
La desaparición de una mujer que estaba obsesionada con las cartas de amor entre dos amantes muta hacia otra cosa y la historia siempre es una excusa para algo más. Para producir estos saltos, la directora y actriz asegura apoyarse en la experiencia literaria, en el proceso de lectura que permite ir de un lugar a otro con y sin continuidad al mismo tiempo.
TRENQUE LAUQUEN es, también, una película del presente y del futuro. Eso dice ante la sala el actor Rafael Spregelburd, quien se presentó tras la proyección para responder las preguntas del público. El film permite repensar temas que van desde lo monstruoso hasta la maternidad por pura asociación de simultaneidad. Un mecanismo que, según él, es común en el teatro pero que en el cine aún falta explorar. Hubo aplausos.
