La Fuerza: LÚA VERMELLA de Lois Patiño

Por Esmeralda Reynoth desde Argentina | Cobertura colaborativa

Los planos de Patiño son prístinos, calculados, de una hermosura exquisita. Es capaz de darle a una sombra la belleza de un paisaje, como ya lo habíamos visto en Montaña en sombra (2012). La limpieza de la luz sobre la roca, el cielo o el río resalta su color con un leve satinado que logra hacer del plano un lugar sombrío. La tranquilidad y los personajes maniquíes que se quedan estáticos. Es la calma de la bestia, de la muerte. Sus personajes son cuerpos agotados, con rostros y manos disecadas. Criaturas solemnes que no temen al ritmo del tiempo inmóvil. 

Cuando en un pueblo chico alguien desaparece, no tarda en hacerse leyenda. Patiño trabaja con lo oculto, con la imagen del mito. Un marinero zarpó y desapareció. La gente del pueblo vive en un estado sin estado de emoción. Hay otros cuerpos que el mar se llevó. Las imágenes de Patiño trabajan sobre la paradoja, un paisaje que moldea el tiempo interno de los personajes. Es como uno de esos sueños en los que te da una parálisis, y querés gritar, correr pero no te sale porque el suelo te chupa. Patiño usa su ojo y su tiempo de forma misteriosa. Los asesinatos se van dando y por eso los cuerpos son tapados con sábanas blancas. Se me viene a la cabeza la teoría kantiana sobre lo sublime dinámico, que comenta que quien teme en modo alguno de juzgar sobre lo sublime de la naturaleza, así como el que es presa de la inclinación y del apetito no puede juzgar sobre lo bello. Esta afirmación está relacionada con la fuerza, ese algo superior que de alguna manera encuentra resistencia. 

La fuerza de la naturaleza para Patiño, puede representar exactamente eso: experimentar un producto de naturaleza potente. De aquí que los objetos sublimes, eleven las facultades del alma por encima de aquello que parece superior, y nos haga descubrir en nosotros una facultad distinta y superior a la naturaleza, mediante la capacidad de resistencia de nuestra voluntad, que se encuentra en la búsqueda de la autonomía sin determinación de la fuerza (naturaleza). El paisaje de Patiño es el que genera el mito, es su monstruo, es el que se come a los náufragos, es la bestia que se convierte en cada luna roja. 

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